Un hogar para la teshuvá y el crecimiento espiritual
El rabino Abraham y la Rebetzin Iael, el rabino Mendy y la Rebetzin Dévora reciben a cada judío con la calidez de una familia en Belgrano.

17 años del Beit Jabad Levi Yitzjak: Un camino de luz y crecimiento
En 2008, el Rab Abraham Lvy y la Rebetzin Iael iniciaron el Centro de Estudios Kábala Jai en un pequeño departamento en la calle José Hernández, el barrio de Belgrano de Buenos Aires. Su visión era difundir la cábala y la jasidut, buscando “meter vida en todas las cosas” a través de las enseñanzas profundas, de ahí el nombre “Kábala Jai (“vida”)”.
Poco después, se trasladaron a una oficina en Monroe. Sin embargo, los Fabrenguenes (reuniones jasídicas) que a veces se extendían hasta la madrugada, generaron quejas de una vecina, lo que el Rab Abraham interpretó como una señal de Hashem para buscar un nuevo hogar.
Así, el 20 de Av de 2018, el Centro Kábala Jai se mudó a su ubicación actual, una casa con entrada directa desde la calle Echeverría 2773. Esta fecha fue muy significativa: era el aniversario del Rabí Levi Yitzjak, padre del Rebe, conocido por su profundo estudio de la cábala. En su honor, la sinagoga fue nombrada Beit Jabad Levi Yitzjak, consolidándose como un beit HaKneset (casa de oración) y un centro de estudio que facilitaba la observancia del Shabat y la plegaria los días de semana.
Desde sus inicios con un pequeño núcleo de jóvenes como Mario Yedid y Javier Serebrisky, y el invaluable apoyo de vecinos como Liliana Vesprebani y su esposo Tzví Arie Rowinsky, la comunidad ha crecido y fortalecido. Un período clave fue la pandemia, durante la cual, el deseo de tener minianim (quórums de oración) tres veces al día se hizo realidad, incluso albergando temporalmente a otras comunidades que no tenían dónde rezar, lo que llevó a una expansión del espacio.
Hoy, al celebrar 17 años de trayectoria, el Beit Jabad Levi Yitzjak enfrenta un nuevo desafío y una nueva señal divina. El dueño de la propiedad desea vender la casa, lo que la comunidad interpreta como un mensaje de Hashem en este “año bueno” (Tov): es tiempo de comprar la casa para establecer una morada fija para la Torá y la Tefilá, dejando de alquilar. Como el Rebe enfatiza, la misión es “transformar la oscuridad en luz” y terminar siempre con acción en la práctica.



